CONTAMINACIÓN
DEL AGUA
Se entiende por contaminación del
medio hídrico la acción y el efecto de introducir materias o formas de energía,
o inducir condiciones en el agua que, de modo directo o indirecto, impliquen
una alteración perjudicial de su calidad en relación con su función ecológica o
usos posteriores.
Es muy fácil contaminar el agua cuando
se encuentra en forma líquida y de vapor, pero no en estado sólido (hielo). Con
frecuencia el sabor, el olor y el aspecto del agua indican que está
contaminada, pero la presencia de contaminantes peligrosos sólo se puede
detectar mediante pruebas químicas y biológicas específicas y precisas. Existen
contaminantes físicos (líquidos y sólidos), químicos y biológicos.
Contaminantes físicos. Pueden ser líquidos insolubles o
sólidos, tanto de origen natural, como diversos productos sintéticos, que son
arrojados al agua como resultado de las actividades del hombre. Los principales
contaminantes físicos del agua registrados actualmente, son espumas, residuos
oleaginosos y el calor (contaminación térmica) entre muchos otros. Su principal
impacto consiste en que afectan el aspecto del agua y cuando flotan o se
sedimentan interfieren con la flora y fauna acuáticas. Contaminantes líquidos. Los
contaminantes en forma líquida provienen de las descargas de desechos
domésticos, agrícolas e industriales en las vías acuáticas, de terrenos de
alimentación de animales, de terrenos de relleno sanitario, de drenajes de
minas y de fugas de fosas sépticas, entre otros. Estos líquidos contienen
minerales disueltos, desechos humanos y de animales, compuestos químicos
sintéticos, y materia coloidal y en suspensión.
Contaminantes
sólidos. Entre los
contaminantes sólidos se encuentran la arena, arcilla, tierra, ceniza, materia
vegetal agrícola, grasas, brea, papel, hule, plásticos, madera y metales, entre
muchos otros tipos de residuos comúnmente arrojados a las fuentes y rondas.
Contaminantes químicos. Incluyen compuestos inorgánicos y
orgánicos disueltos o dispersos en el agua, originados generalmente por los
procesos productivos de las industrias, el consumo de sus productos y desechos,
del metabolismo animal, y en menor frecuencia, por los volcanes. Los contaminantes inorgánicos provienen
de descargas domésticas, agrícolas e industriales o de la erosión del suelo.
Los más frecuentes son cloruros, sulfatos, nitratos y carbonatos. También
desechos ácidos, alcalinos y gases tóxicos disueltos en el agua como los óxidos
de azufre, de nitrógeno, amoníaco, cloro y sulfuro de hidrógeno (ácido
sulfhídrico). Gran parte de estos contaminantes son liberados directamente a la
atmósfera y bajan arrastrados por la lluvia. Esta lluvia ácida, tiene efectos
nocivos que pueden observarse tanto en la vegetación como en edificios y
monumentos de las ciudades industrializadas. Los contaminantes orgánicos provienen de los desechos humanos y
animales, del producto de la descomposición de los mismos, de los restos de los
mataderos, del procesamiento de los alimentos; de productos químicos industriales
de origen natural como aceites, grasas, breas y tinturas; y de diversos
productos químicos sintéticos como pinturas, herbicidas, insecticidas, entre
otros. Los contaminantes orgánicos consumen el oxígeno disuelto en el agua y
afectan la vida acuática (eutrofización).
Contaminantes biológicos. Incluyen hongos, bacterias y virus que
provocan enfermedades; algas y otras plantas acuáticas. Algunas bacterias son
inofensivas y otras participan en la degradación de la materia orgánica
contenida en el agua.
INVASIÓN
DEL ESPACIO PÚBLICO
Muchas veces reparamos en la
contaminación del aire, el suelo y el agua, sin percatamos de que existen otras
formas perjudiciales de agresión a nuestro medio y a nosotros mismos, como la
contaminación visual. Este tipo de contaminación se genera por cambios o
desequilibrios del paisaje, ya sea natural o artificial, que afectan las
condiciones de vida o las funciones vitales de los seres vivientes. Se presenta
cuando hay excesos de información visual o publicitaria mediante sistemas
informativos, luminosos o no, en forma de carteles, sobre muros, en las vías y
otros lugares; por nuevas edificaciones o distorsiones en paisajes naturales
que ahuyentan a los animales, y basurales que malogran el paisaje, entre otras
cosas.
Nuestro cerebro tiene una determinada
capacidad de absorción de datos. Los sentidos son los encargados de transmitir
al cerebro toda la información que perciben del entorno. Entre ellos, el
sentido de la vista es uno de los más complejos y de los que mayor incidencia
tiene en la percepción global del entorno, y por lo tanto, en las reacciones
psicofísicas del hombre.
Cuando una imagen supera el máximo de
información que el cerebro puede asimilar, se produce una especie de “stress”
visual, el panorama perceptual se vuelve caótico y la lectura ordenada del
paisaje se hace imposible. Por otro lado, cuando la riqueza de la imagen no
alcanza un mínimo de información, la atención decae. De este modo podemos
definir la complejidad visual como un proceso que oscila entre el desorden y la
monotonía perceptual.
RESIDUOS
SÓLIDOS
Un residuo sólido es cualquier objeto,
material, sustancia o elemento sólido resultante del consumo o uso de un bien
en actividades domésticas, industriales, comerciales, institucionales o de
servicios; que el generador abandona, rechaza o entrega, y que es susceptible
de aprovechamiento o transformación en un nuevo bien, con valor económico o de
disposición final.
La contaminación por residuos sólidos
se presenta cuando el volumen de los residuos crece de forma desmesurada, lo
que incrementa su toxicidad y la convierte en un gravísimo problema para la
sociedad y el medio ambiente.
Clasificación de los residuos sólidos
Según
la normatividad colombiana, los residuos sólidos pueden clasificarse en
orgánicos, inorgánicos, peligrosos y especiales.
Residuos orgánicos. Son biodegradables, es decir que se descomponen
naturalmente. Son aquellos que tienen la característica de poder desintegrarse
o degradarse rápidamente, transformándose en otro tipo de materia orgánica;
entre ellos se cuentan los restos de alimentos, el papel, la madera, el cartón
y los residuos de poda de jardines, entre otros.
Residuos no orgánicos (o inorgánicos). Son los que por sus características químicas sufren
una descomposición natural muy lenta como las latas, vidrios, gomas, plástico e
icopor.
Muchos de ellos son de origen natural pero no son biodegradables, por ejemplo
los envases de plástico e icopor. Generalmente,
se reciclan a través de métodos artificiales y mecánicos. En muchos casos es
imposible su transformación o reciclaje; esto ocurre con el telgopor, que
seguirá presente en el planeta dentro de 500 años.
Peligrosos. Son residuos o desechos que por sus características
corrosivas, reactivas, explosivas, tóxicas, inflamables, infecciosas o
radiactivas, pueden causar riesgo o daño para la salud humana y el ambiente.
Así mismo, se consideran residuos o desechos peligrosos los envases, empaques y
embalajes que hayan estado en contacto con ellos. Entre
estos encontramos, baterías, solventes, productos sanitarios (papel higiénico,
toallas higiénicas, pañales), desechos hospitalarios e industriales, buena
parte de los desinfectantes, limpia hornos, lejía, detergentes, desengrasantes,
blanqueadores, destapadores de cañerías y demás productos de limpieza que se
emplean en el hogar y terminan en el desagüe, contaminando gravemente las aguas
residuales, además, siempre queda un resto en el envase que normalmente termina
en el cesto de la basura.
Especiales. Son todos aquellos que por sus características
requieren de una disposición final especial debido a su gran tamaño y volumen,
como colchones, residuos de construcción, demolición y residuos de poda de
árboles, entre otros.
Ciclo de vida de los residuos
Para
lograr un manejo integral de los residuos sólidos en la institución, es
indispensable conocer el ciclo de vida de los mismos, con el fin de analizar
qué pasos se pueden adoptar, hasta dónde se puede llegar y la disposición final
que se le pueden dar.
Reducir – Evitar – Cultura de la no
basura. Es el conjunto de costumbres
y valores de una comunidad que tienden a la reducción de las cantidades de
residuos generados por sus habitantes, en especial los no aprovechables; y al
aprovechamiento de los residuos potencialmente reutilizables
Recuperar. Es la acción que permite seleccionar y retirar los
residuos sólidos que pueden someterse a un nuevo proceso de aprovechamiento,
para convertirlos en materia prima útil en la fabricación de nuevos productos,
en otras palabras, es no desperdiciar las materias primas sino generar otros
procesos como son:
Reuso. Usar nuevamente el residuo en su función original. Ej:
Volver a envasar agua en una botella plástica de agua para consumo personal.
Reutilización. Es la prolongación y adecuación de la vida útil de los
residuos sólidos recuperados, que mediante procesos, operaciones o técnicas,
devuelven a los materiales su posibilidad de utilización en su función original
o en alguna relacionada, sin que para ello requieran procesos adicionales de
transformación. Ej: Sembrar plantas en una botella plástica de agua.
Reciclaje. Es el proceso mediante el cual se aprovechan y
transforman los residuos sólidos recuperados y se devuelve a los materiales su
potencialidad de reincorporación como materia prima para la fabricación de
nuevos productos. Ej: Picar la botella plástica de agua, para venderla como
plástico de menor densidad.
Disponer. Es el proceso de aislar y confinar los residuos
sólidos, en especial los no aprovechables, en forma definitiva, en lugares
especialmente seleccionados y diseñados para evitar la contaminación y los
daños o riesgos a la salud humana y al ambiente.
Eliminar. Es cualquiera de las operaciones que pueden conducir a
la disposición final o a la recuperación de recursos, al reciclaje, a la
regeneración, al compostaje, la reutilización directa y a otros usos.
Ministerio de
Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial. Decreto Número 4741 de 2005. 30
dic 2005